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      Número 93 – Yiar 5784 – Junio de 2024

      Edición dedicada para apoyar a Osher Beyosher en apoyo a su hermosa tarea.

      Daños materiales

      ¡Pincha, paga!

      Un amigo pinchó su pelota mientras jugaban al fútbol en la escuela, y pregunta si puede reclamarle que se la pague.

      Pregunta

      ¡Hola! En mi escuela, todo niño que lleva una pelota de fútbol para jugar con sus amigos, declara antes de comenzar el partido: “¡La presto, con la condición de que cuelga, rompe o pincha, pagaaaaa!”. ¿Qué significa esto? Que antes de comenzar el partido, ya todos saben que, si patean la pelota tan fuerte que la “cuelgan”, (o sea, si se pierde por quedar en un lugar inalcanzable), o si la “rompen” de alguna manera durante el partido, o si la “pinchan” de cualquier modo mientras juegan, deberán pagársela al dueño. Es una forma de cuidarnos. La semana pasada, yo llevé mi pelota a la escuela, dije el “cuelga” antes de comenzar, y mientras jugábamos, un amigo pateó la pelota, la pinchó, y la pobrecita quedó inutilizable. Cuando le reclamé que me la pague, me dijo que su papá ese Shabat le había enseñado que cuando a una persona le prestan algo, y se le rompe mientras lo usa, no debe pagarlo, por lo tanto -me dijo-, él cree que no debería pagar mi pelota. Yo no sé cómo es la Halajá, pero sí sé -y así le dije- que si uno pone una condición antes del partido, y los demás juegan, es porque la aceptaron, y si pasa algo, deben pagar la pelota. Consultamos con nuestros padres, y ambos sugirieron que les consultemos, ya que estos temas tienen muchos detalles. Por favor, ¿cómo es la Halajá en este caso? ¡Gracias!

      Respuesta

      ¡Hola! La Halajá indica que cuando a una persona le prestan algo, él es responsable por todo lo que le ocurra al objeto prestado, incluso si la cosa sufrió un daño por un percance ajeno a su voluntad. Existe una sola excepción a esta regla, y esa excepción es como la que les ocurrió a ustedes durante el partido. Paso a explicar: durante un partido de fútbol entre amigos, cuando uno presta la pelota a todos los que van a jugar, asume automáticamente que la pelota podría sufrir algún tipo de daño por su uso normal durante el partido. Quien la presta, sabe que la pelota podría colgarse, romperse, o pincharse. Esto se aprende en el Talmud a partir de un caso conocido como “meta mejamat melajá”; allí se explica que cuando alguien presta una vaca, y ésta “muere como consecuencia del trabajo normal para el cual fue prestada”, quien recibió la vaca prestada está exento de pagarla. Esto es así, pues quien la prestó, la prestó para que su amigo la use, y asume de manera automática que eso -la muerte de su vaca- podría ocurrir. Ahora bien, esto cambia cuando se pone una condición explícita antes del préstamo; es decir: si antes del partido usted condicionó claramente que el que la cuelga, la rompe o la pincha, la paga, incluso si los participantes no dijeron explícitamente que aceptan, la condición tiene fuerza como tal, y su amigo deberá pagarle la pelota que pinchó. ¡Gracias!

      Querido lector: nuestros sabios nos enseñan que no debemos deducir Halajot,
      ni hacer comparaciones, sin conocer profundamente el tema. Si tienes dudas
      de cómo hacer en tu caso, por favor, consulta con tu Rabino.

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