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      Número 29 / Yiar 5781 – Abril de 2021

      Edición dedicada para el éxito de nuestros amados hijos: Aielet, Jaim Ishai y Hadasa Lea. Amos Linetzky y esposa.

      להצלחת בניינו היקרים :אילת, חיים ישי, והדסה לאה .עמוס לינצקי ורעיתו

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      Hashabat Avedá

      ¿Me robé una pelota?

      Dejó su pelota olvidada en la cancha de fútbol, alguien se la llevó, y él decidió llevarse otra que había ahí a cambio.

      Pregunta

      ¡Hola! Tenemos –o teníamos- una pelota de fútbol muy buena, que aparentemente (ahora me doy cuenta) mucha gente en el club al que asistimos, tiene. El domingo pasado jugamos un rato con mi hijo, y por descuido la dejamos en la cancha. Por la tarde, cuando nos estábamos por ir, mi hijo recordó que no la teníamos, y la fuimos a buscar. A diferencia de las otras cuatro o cinco pelotas iguales a la nuestra que había ahí aparentemente abandonadas, la nuestra sí tenía escrito -un poco borroneado-, nuestro apellido. Pero tristemente, no estaba. Supuse que alguien se la habría llevado por error. Mi primera reacción fue preguntarle a la gente que estaba aún en el club si alguna de esas pelotas era de ellos. Pero no. Nadie decía ser el dueño de las mismas, y el club no presta pelotas como para pensar que quizás eran de la institución. Suponiendo que probablemente alguien se llevó la nuestra por error, y que tal vez esa persona el domingo que viene la traiga y yo pueda recuperar la mía y devolverle la de él, es que decidí llevarme una de las que estaban ahí abandonadas sin nombre ni señales de ningún tipo. Por otro lado, me pareció que si quedaban esas pelotas sueltas en la cancha, era muy probable que cualquiera se las llevara, ya que el club alquila por la noche esas canchas a personas que no son socias. Al ver esto, entregué las pelotas “sobrantes” a las personas de la entrada, a fin de que las cuiden por si los verdaderos dueños las reclaman. Mi pregunta es: ¿hice bien? ¿Qué debería haber hecho en esa situación? Temo haber robado una pelota que no era mía por impulso y sin querer, aunque tenía buena intención.

      Respuesta

      ¡Hola! Lo que usted hizo al llevarse la pelota está permitido. Por cuanto que todas las pelotas que estaban allí abandonadas eran idénticas, y que ninguna tenía un “simán”, o sea, una señal que indique que era de alguien particular, entonces la Halajá considera que esas pelotas están abandonadas por sus dueños, y que éstos no reclamarán su pertenencia. Consecuentemente, usted tenía permitido llevarse cualquiera –¡o incluso varias!- de esas pelotas, aunque no sea la suya. Si las pelotas hubieran tenido algún tipo de señal o identificación, no estaría permitido llevárselas, y usted tendría en sus manos la posibilidad de cumplir con el precepto de “hashabat avedá” (devolver un objeto perdido). Ahora bien, si usted desea recuperar su pelota original, que sí tenía escrito su nombre borroneado, entonces puede poner carteles en el lugar anunciando la pérdida y solicitando que si alguien se la llevó por error, se la devuelva.

      Querido lector: nuestros sabios nos enseñan que nunca debemos aprender
      una Halajá a partir de otra que aparenta ser igual o similar. Por favor,
      no saques conclusiones de los casos aquí presentados; dirígete a tu Rabino
      para clarificar qué debes hacer tú en tu caso.

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