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      Número 44 – Shebat 5782 / Enero de 2022

      Edición dedicada anónimamente para el éxito de Osher Beyosher.

      Repartir la promoción

      Empanadas conflictivas

      Compra empanadas para su almuerzo y sus compañeros le piden que compre para ellos también, consigue una promoción especial, y consulta cómo debe repartir las que vinieron de regalo.

      Pregunta

      ¡Hola! Tras una mañana intensa de trabajo en equipo, mi estómago me pedía alimento, mi cuerpo un momento de descanso, y mi mente simplemente despejarme un poco. Les comenté a mis compañeros de oficina que saldría para comprarme 3 empanadas, y uno me pidió que le comprara 3 para él también. Otro escuchó, y me pidió lo mismo, y así también sucedió con un tercero. Obviamente accedí, y salí contento de poder ayudarlos. Cuando le pedí al cajero las 12 empanadas, éste me comentó que la promoción del día era que podía llevar ¡16 al precio de 12! Obviamente, ¡accedí ‘gustoso’ (y hambriento)!

      Sin embargo, casi instantáneamente me surgió la pregunta obvia: ¿cómo debo dividir 4 las empanadas que recibí ‘de regalo’ por la promoción? Cuando llegué a la oficina les comenté lo que había sucedido, y les dije que si yo no salía, esas empanadas jamás habrían llegado a sus manos, con lo que según mi opinión, yo debería quedarme con las 4 de la promoción. Otro amigo dijo que no le parecía correcto mi razonamiento, ya que sin las empanadas de ellos tres, no habría podido acceder a la promoción, con lo cual, según él, deberíamos repartir la promoción en partes iguales. Sin embargo, según otro de mis compañeros yo debía quedarme con 2, y ellos tres repartirse las otras 2 empanadas de la promoción, porque yo hice el esfuerzo de ir a comprarlas, la idea había sido mía, y la promoción me la puso Hashem a mí cuando fui a comprar. Por favor: ¿Qué dice la Halajá? ¡Las 4 empanadas nos están esperando en la heladera! (igualmente, cada uno de nosotros ¡ya se comió sus 3 empanadas originales!). ¡Gracias!

      Respuesta

      ¡Hola! Si la promoción era abierta para todo aquel que comprara esa cantidad de empanadas, sea quien sea, entonces deben repartir las 4 sobrantes entre todos, en partes iguales; en este caso sería 1 para cada uno. Sin embargo, si usted consiguió las empanadas extra como algo especial por su capacidad de negociación o convencimiento, inteligencia, perspicacia, etc., entonces la mitad serán para usted, y la otra mitad debe repartirlas entre las partes. O sea: 2 para usted, y las otras 2 para sus amigos. ¡Buen provecho! ¡Gracias!

      Querido lector: nuestros sabios nos enseñan que nunca debemos aprender
      una Halajá a partir de otra que aparenta ser igual o similar. Por favor,
      no saques conclusiones de los casos aquí presentados; dirígete a tu Rabino
      para clarificar qué debes hacer tú en tu caso.

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