Número 83 – Kislev 5784 – Noviembre de 2023

Edición dedicada para apoyar a Osher Beyosher en su hermosa tarea

Daños materiales

Era trucha

Contrató un servicio de catering con salmón caliente para el compromiso de su hija, y durante la fiesta un experto notó que se trataba de otro pescado similar.

Pregunta

¡Hola! Unos días atrás fue el compromiso de nuestra hija. Para la ocasión, contratamos un servicio de catering. Gente buena, honesta, y con experiencia. Como plato caliente, pedimos que sirvan un plato de salmón rosado. El evento salió tal como lo soñamos, y los novios -¡hoy ya esposos!- disfrutaron de un momento inolvidable. Tuvimos el honor de que a la fiesta asistiera un gran, gran Sabio de la Torá. El Rabino se sentó junto conmigo, y señalando el plato caliente de “salmón” que recién habían servido, comentó que la “trucha arco iris” es un pescado realmente delicioso. Tras mi silencioso asombro, le pregunté al Rabino si lo que estaba en el plato no era salmón rosado, y me explicó que era trucha arco iris, mostrándome cómo notar las sutiles diferencias. Luego, cambié intencionalmente de tema para no generar sospechas y un posible mal nombre sobre la gente del catering, y todo siguió su curso. Y mi pregunta es la siguiente: ¿tengo derecho a reclamar? La fiesta ya terminó, no guardé pescado para demostrar lo que digo, y además estaba realmente delicioso. Si es que sí puedo reclamar: ¿qué deberían pagarme? En definitiva, nadie -salvo el Rabino- me dijo nada, tal vez por no notar la diferencia, o tal vez para no incomodarnos. Además, no creo que haya sido intencional; imagino que quizás su proveedor le vendió trucha por salmón, y tampoco ellos lo notaron, pero la verdad es que yo contraté una cosa, y ¡me sirvieron otra! ¡Gracias!

Respuesta

¡Hola! Primeramente, ¡muchas felicidades por el casamiento de su hija! En relación a su pregunta, usted sí tiene derecho de reclamar al catering por haberle puesto un plato de trucha arco iris en lugar del salmón rosado que contrató. Aparentemente, por lo que usted menciona, la gente del catering estaría de acuerdo en que juntos revisen el asunto. De ser así, la manera Halájica de hacerlo es que un Rabino tase, junto con ustedes, cuánto es que vale en dinero la diferencia entre haber puesto la trucha que pusieron, y el salmón que ustedes habían solicitado. Cabe aclarar que no hablamos solo de la diferencia natural de precio entre un tipo de pescado y el otro, lo cual sería relativamente simple, sino también de la eventual disminución en la calidad y el disfrute de la fiesta por parte de ustedes, como consecuencia del cambio. ¡Gracias!

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