
Número 20 / Kislev 5781 – Diciembre de 2020
Edición dedicada por un amigo anónimo del proyecto, para Hatzlajá –el éxito- de Osher Beyosher.
Comisión por un alquiler
Vino a pedirme su comisión
Aceptó que un intermediario ofrezca en alquiler su depósito, y creyó que solo el futuro inquilino debía pagarle una comisión, y no él.
Pregunta
¡Hola! Quisiera consultarles lo siguiente: unos días atrás vino un conocido ofreciéndome sus servicios. Él se dedica a bienes raíces, y yo estoy buscando alguien que quiera alquilar un depósito que tengo cerca de donde vivo. Esta persona me comentó que se había enterado que quien me alquilaba el depósito hasta hace un tiempo se había ido, y él tenía contactos a quienes podría interesarles el alquiler. Casi ni lo pensé. Me servía a mí porque podría volver a alquilar el depósito, y le servía a él porque ganaría una comisión si lograba alquilarlo. Le dije que estaba de acuerdo, y me preguntó si me parecía bien que su comisión fuera de 100 (el número es para ejemplificar), a lo cual también le dije que sí, que por mi parte no había problema. Pocos días después, concretó la operación, y pude alquilar el depósito. Hasta aquí todo estaba bien. Luego, esta persona vino a pedirme “su comisión”, y ahí es donde aparece la pregunta: cuando él me dijo que su comisión sería de 100, para mí era obvio que estaba hablando de la comisión que le cobraría al nuevo inquilino, no a mí. Sin embargo, él dice que cuando me preguntó si me parecía bien que su comisión fuera de 100, él estaba hablando de la comisión que yo le pagaría por la operación, la cual era aparte de la comisión que le cobraría al futuro inquilino. Creo correcto aclarar que ni él ni yo estamos queriendo “sacar ventaja” del otro o engañarlo, ambos somos honestos, y simplemente hay una confusión: yo creí que él hablaba de la comisión que le cobraría al futuro inquilino, y él dice que se refería a la comisión que yo le pagaría por su servicio de intermediación. Por favor: ¿qué debemos hacer?
Respuesta
Buenos días, si usted vive en un lugar en el cual la usanza es que el intermediario recibe una comisión por la operación de alquiler por parte del inquilino, y también por parte del dueño, entonces deberá pagarle al intermediario, más allá de la confusión que pudiera haber existido en el modo en el que hicieron el trato. Ahora bien, si la usanza del lugar en el que usted vive es que la comisión se le cobra únicamente al inquilino, entonces no hay lugar para el reclamo del intermediario, y únicamente deberá pagarle su comisión el inquilino (aunque hay veces que no es así, en este caso sí).
Querido lector: nuestros sabios nos enseñan que nunca debemos aprender
una Halajá a partir de otra que aparenta ser igual o similar. Por favor,
no saques conclusiones de los casos aquí presentados; dirígete a tu Rabino
para clarificar qué debes hacer tú en tu caso.
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