
Número 69 – Adar 5783 – Marzo de 2023
Edición dedicada para apoyar a Osher Beyosher en su hermosa tarea
Alquiler temporal
El departamento quedó vacío
Ofreció su departamento en alquiler, y tras concretar de palabra la operación, quienes serían los inquilinos la cancelaron, y consulta si deben pagarle igual.
Pregunta
¡Hola! Aunque nos costó varios años tomar la decisión, este año pusimos nuestro departamento en alquiler por dos semanas, para recuperar algo del dinero de nuestras vacaciones. Tras algunos llamados de gente indecisa, una familia confirmó que lo ocuparía. Pactamos el precio, la fecha de ingreso y de salida, y organizamos todo para que tuvieran una estadía placentera. Con todos de acuerdo, los -próximamente- inquilinos nos solicitaron la información de nuestra cuenta bancaria para hacer la transferencia. Se la enviamos, y esperamos a que ingrese el dinero. Pero los días pasaron, y el dinero no llegaba. Tras haberles recordado y reclamado varias veces el pago, nos respondieron que ya iban a transferir, pero eso tampoco sucedió. A solo 4 días de la fecha de ingreso nos llamaron para decirnos que habían conseguido otro lugar, y que no alquilarían nuestro apartamento. ¿Está permitido cancelar con tan poco tiempo de anticipación? ¿No deberían pagarnos igual, siendo que ya habíamos pactado el precio y una fecha de ingreso? Y si es que no, ¿podemos reclamarles un punitorio, o algo similar? Nosotros ya nos fuimos de vacaciones, el departamento quedó vacío, y ya es obvio que no podremos arrendárselo a nadie. ¡Gracias!
Respuesta
¡Hola! Para responder a sus preguntas debemos distinguir claramente entre dos cuestiones disímiles que se presentan en su caso. Una es el acto netamente comercial relacionado con el alquiler del departamento, y la otra es el haber tomado un compromiso por medio de la palabra, y luego cancelarlo.
Cualquier acto comercial que haya sido realizado únicamente “de palabra”, carece de validez todo tiempo que no haya estado acompañado de uno de los modos de formalización indicados por la Halajá, como por ejemplo: estrechar las manos, la firma de un acuerdo, una transferencia bancaria, u otros más; por lo tanto, por ser que no hubo ningún compromiso formal, aunque usted haya reclamado el pago varias veces, eso no es suficiente para exigir el pago del alquiler, o de un punitorio por la cancelación del mismo a último momento.
Ahora bien, si usted está seguro que la cancelación le generó una pérdida, pues habría podido alquilar el departamento a otro inquilino, y esto no sucedió porque usted se lo estaba reservando a quienes finalmente cancelaron la operación, es adecuado que ellos le paguen el dinero que habría ganado -descontando los eventuales gastos que habría tenido-, para “cumplir frente a Hashem” (latzet yedé Shamayim); pero tampoco en este caso podemos obligarlos o exigirles el pago.
Por otro lado, la Torá prohíbe tomar un compromiso de palabra y luego no cumplirlo. Esto es lo que se denomina en la Halajá “mejusar amaná”, es decir, alguien que dio su palabra pero no ha sido fiel al compromiso asumido. En este sentido, cuando estas personas se comprometieron de palabra a alquilar su departamento, deberían haber respetado lo enunciado para evitar pasar por la prohibición mencionada. Sin embargo, por ser que cancelaron la operación, también transgredieron la prohibición.
En resumen: cuando se realiza un acuerdo de palabra, hay una obligación implícita para cumplirlo, es decir: deberíamos siempre buscar cumplir lo enunciado para evitar pasar por la prohibición de no cumplir con la palabra. Sin embargo, todo tiempo que no hay un acuerdo formalizado según los parámetros establecidos por la Halajá, si una de las partes cancela la operación comercial, la otra parte no tiene lugar a reclamar ni el pago, ni un punitorio por la cancelación. ¡Gracias!
Querido lector: nuestros sabios nos enseñan que nunca debemos aprender
una Halajá a partir de otra que aparenta ser igual o similar. Por favor,
no saques conclusiones de los casos aquí presentados; dirígete a tu Rabino
para clarificar qué debes hacer tú en tu caso.
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