Suscríbete al newsletter

    Suscríbete al newsletter

      newsletter_60

      Número 60 – Tishré 5783 – Octubre de 2022

      Edición dedicada anónimamente para el éxito de Osher Beyosher.

      Venta al peso

      Dulce robo

      Compraron dulces para sus hijos y nietos, y el empleado les permitió llevar más un kilo y doscientos gramos pagando solo un kilo, sin consultar al dueño.

      Pregunta

      ¡Hola! Tuvimos el honor de estar en la tierra de Israel junto con mi esposa para las altas fiestas, y antes de regresar, compramos regalos para nuestros hijos y nietos. Entramos a una tienda en la que los dulces se venden por peso. Muy entusiasmados, y ya imaginando la alegría en la cara de nuestros nietos, comenzamos a llenar bolsas con toda la variedad de gustos y formas que había. Cuando fuimos a pesar nuestra humilde “selección”, notamos que habíamos separado nada más y nada menos que ¡un kilo y medio de dulces! Si bien el amor no tiene límites, el peso de las valijas sí lo tiene, y comenzamos a sacar dulces para llegar a un solo kilo. Sin embargo, para mi sorpresa, cuando llegamos a un kilo doscientos gramos, el vendedor, quien claramente no era el dueño, nos dijo muy amablemente: ¡les cobro solo un kilo, vayan tranquilos, no hay problema! Nuestro bolsillo aceptó gustoso. Sin embargo, ya tranquilos en el aeropuerto, nos pusimos a reflexionar sobre lo ocurrido y nos preguntamos: ¿será que el vendedor tiene permitido “regalarnos” esos doscientos gramos de dulces?, ¿quizás debimos (o debemos) devolver esa diferencia? ¿habremos robado esos dulces de más? Por favor, ¿podrían ayudarnos? ¡Gracias!

      Respuesta

      ¡Hola! Si ustedes saben que el dueño del negocio no es “makpid”, es decir, que no se fijaría en esos detalles, y no le molestaría que el empleado regale esos 200 gramos de diferencia, entonces no hay ningún inconveniente en lo ocurrido. Sin embargo, si ustedes saben que el dueño sí se fijaría, o bien no saben cómo es él en esas cosas, deben pagar esos 200 gramos, o bien devolverlos al negocio. ¡Gracias!

      Querido lector: nuestros sabios nos enseñan que nunca debemos aprender
      una Halajá a partir de otra que aparenta ser igual o similar. Por favor,
      no saques conclusiones de los casos aquí presentados; dirígete a tu Rabino
      para clarificar qué debes hacer tú en tu caso.

      Para compartir tus comentarios, historias, ideas, o sugerencias,
      o para recibir información sobre nuestros programas,
      por favor escríbenos a: info@osherbeyosher.org

      Otras ediciones

      Start typing and press Enter to search